Hay una diferencia entre estar infectado por el VIH y padecer de sida.
Una persona infectada por el VIH es cero positiva y pasa a desarrollar un cuadro de sida cuando su nivel de linfocitos T CD4, celulas que ataca el virus, desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre.
El VIH se transmite a través de los siguientes fluidos corporales: sangre, semen, secreciones vaginales y leche materna.
El dia mundial de la lucha contra el sida se celebra el 1 de diciembre.
-*Normalmente, los glóbulos blancos y anticuerpos atacan y destruyen a cualquier
organismo extraño que entra al cuerpo humano. Esta respuesta es coordinada por
un tipo de células llamados linfocitos CD4. Desafortunadamente, el VIH ataca específicamente a las células
que expresan el receptor CD4, una de las más importantes son los linfocitos T
CD4+ y entra en ellos. Una vez dentro, el virus transforma su material
genético de cadena
simple (ARN) a uno de cadena doble
(ADN) para incorporarlo al
material genético propio del huésped (persona infectada) y lo utiliza para
replicarse o hacer copias de sí mismo. Cuando las nuevas copias del virus salen
de las células a la sangre, buscan a otras células para atacar. Mientras, las
células de donde salieron mueren. Este ciclo se repite una y otra vez.
Para
defenderse de esta producción de virus, el sistema inmune
de una persona produce muchas células CD4 diariamente. Paulatinamente el número
de células CD4 disminuye, por lo que la persona sufre de inmunodeficiencia, lo
cual significa que la persona no puede defenderse de otros virus, bacterias,
hongos y parásitos que causan enfermedades, lo que deja a la persona
susceptible de sufrir enfermedades que una persona sana sería capaz de
enfrentar, como la neumonía atípica y la meningitis atípica. Estas enfermedades son
principalmente infecciones oportunistas. Dado que el organismo posee mecanismos
de control de crecimiento celular dependiente de células
CD4, la destrucción progresiva de estas células ocasionará que estos mecanismos
no sean adecuadamente regulados, lo que origina en consecuencia la presencia de
algunas neoplasias (cáncer) que no ocurrirían
en personas «sanas». El VIH, además, es capaz de infectar células cerebrales,
causando algunas afecciones neurológicas.
Como
en los demás retrovirus,
la información genética del virus está en forma de ARN, que contiene las
«instrucciones» para la síntesis de proteínas estructurales, las cuales al unirse
conformarán al nuevo virus (virión);
es decir sus características hereditarias, que le son necesarias para
replicarse. Habitualmente, en la naturaleza el ADN o ácido desoxirribonucleico es una fuente de material genético
desde la que se producirá una copia simple de ARN, pero en el caso del VIH,
éste logra invertir el sentido de la información, produciendo ADN a partir de
su simple copia de ARN, operación que se denomina transcripción inversa,
característica de los retrovirus.
El virus inserta su información genética en el mecanismo de reproducción de la
célula (núcleo celular), gracias a la acción de la transcriptasa reversa.
-*Según el Fondo
de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM), a pesar de que la
infección del VIH comenzó concentrándose básicamente en hombres, a día de hoy,
las mujeres suponen el 50% de las personas infectadas con el VIH. Incluso en
regiones como el África Subsahariana, las mujeres
representan el 60% del total de la población con VIH.
-*La única causa de la transmisión es el intercambio de
fluidos corporales, en particular la sangre y las secreciones genitales. El
virus VIH no se puede transmitir por la respiración, la saliva, el contacto
casual por el tacto, dar la mano, abrazar, besar en la mejilla, masturbarse
mutuamente con otra persona o compartir utensilios como vasos, tazas o
cucharas. En cambio es teóricamente posible que el virus se transmita entre
personas a través del beso boca a boca, si ambas personas tienen llagas
sangrantes o encías llagadas, pero ese caso no ha sido documentado y además es
considerado muy improbable, ya que la saliva contiene concentraciones mucho más
bajas que por ejemplo el semen, y también porque la saliva tiene propiedades
antivirales que hacen que destruya al VIH.
-*Actualmente existen medicamentos, llamados antirretrovirales,
que inhiben enzimas esenciales, la transcriptasa reversa, retrotranscriptasa o
la proteasa, con lo que reducen la replicación del VIH. De esta manera se
frena el progreso de la enfermedad y la aparición de infecciones oportunistas,
así que aunque el sida no puede propiamente curarse, sí puede convertirse con
el uso continuado de esos fármacos en una enfermedad crónica compatible con una
vida larga y casi normal. La enzima del VIH, la retrotranscriptasa, es una
enzima que convierte el ARN a ADN, por lo que se ha convertido en una de las
principales dianas en los tratamientos antirretrovirales.20
En
el año 2007 la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA por sus siglas en inglés)
autoriza el fármaco Atripla que
combina tres de los antirretrovirales más usuales en una única pastilla. Los
principios activos son el efavirenz, la emtricitabina y el disoproxilo de tenofovir.
El medicamento está indicado para el tratamiento del virus-1 en adultos. 21
El
común denominador de los tratamientos aplicados en la actualidad es la
combinación de distintas drogas antiretrovilares, comúnmente llamada
"cóctel". Estos "cócteles" reemplazaron a las terapias
tradicionales de una sola droga que sólo se mantienen en el caso de las
embarazadas VIH positivas. Las diferentes drogas tienden a impedir la
multiplicación del virus y, hacen más lento el proceso de deterioro del sistema
inmunitario. El "cóctel" se compone de dos drogas inhibidoras de la
transcriptasa reversa (las drogas) AZT, DDI, DDC, 3TC y D4T) y un inhibidor de
otras enzimas las proteasas.
Al
inhibir diferentes enzimas, las drogas intervienen en diferentes momentos del
proceso de multiplicación del virus, impidiendo que dicho proceso llegue a
término. La ventaja de la combinación reside, justamente, en que no se ataca al
virus en un solo lugar, sino que se le dan "simultáneos y diferentes
golpes". Los inhibidores de la transcriptasa inversa introducen una
información genética equivocada" o "incompleta" que hace
imposible la multiplicación del virus y determina su muerte. Los inhibidores de
las proteasas actúan en las células ya infectadas impidiendo el «ensamblaje» de
las proteínas necesarias para la formación de nuevas partículas virales.
En
2010 se comprobó la eliminación del virus de un paciente con leucemia al
recibir un transplante de médula de un donante con una muy rara mutación
genética que lo vuelve inmune a una infección con HIV; se recuperó de ambas
enfermedades. Siendo una mutación muy rara y una operación con altos riesgos,
la posibilidad de que esto se vuelva una solución practica es casi inexistente
de momento. A pesar de los resultados, las operaciones de este tipo exigen
dosis de inmunosupresores para toda la vida. El defecto genético en cuestión
hace que las células T no expresen el receptor CCR5 o CXCR4 que el virus necesita
reconocer para entrar a la célula.